Canelitas

Hace algunas semanas en una bolsa de dulces donde había dulces varios y ya casi unas rarezas de encontrar en la tiendita de la esquina (el monopolio Pepsico con su división Alegro, mejor conocida como Sonric's se ha adueñado de todas las tiendas), posiblemente dulces que únicamente se puedan encontrar a la salida de las escuelas primarias con las señoras que cargan sus carritos de dulces alternativos o indies (ahora que está de moda el término y ojo: no confundir con drogas); me he encontrado con estos dulces llamados: Canelitas caramelo macizo Sabor Canela. Estos dulces (no me agrada mucho la idea de llamarles caramelos macizos pues parece albúr) han sido mis favoritos por muchos años, ese sabor picante a canela que a la vez se vuelve refrescante y ya todo un debraye (entiéndase debraye como un mal viaje mental) al que he dotado a este peculiar sabor canela.

La canela es sin duda uno de los sabores-olores que prefiero, desde el té de canela hasta las velas aromáticas de canela, pasando por mi incansable búsqueda de un limpiador de pisos que sea únicamente canela y no manzana-canela como lo he encontrado ya y aunque me gusta el aroma a manzana, es muy dulce y prefiero el picante aroma a canela. De existir un perfume para hombre que fuera base a canela, seguro lo compraría. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro, en este caso, no todo lo que pica es canela; así que lo único que en este campo semántico a la deliciosa canela hay algo que no entra y eso es: la rajita de canela...en los chones. No me refiero a la fea canción tropical que en uno de sus coros dice: la rajita de canela, no; me refiero a esa que deja los chones con derrapón (yo no lo hago), con la rajita de canela pues, eso de sólo pensarlo se me hace un mucho desagradable. Tampoco me agradan las galletas homónimas a los dulces.

Regresando al tema de los dulces Canelitas, después de disfrutar algunos tres dulces consecutivamente, guardé las envolturas en mi bolsillo y antes de tirarlas encontré un dulce más, extendí el celofán, comí el dulce y ví que eran unos dulces maravillosos, pues el diseño que traía impreso es verdaderamente lindo, hasta donde recuerdo creo es el mismo que cuando yo era niño, no lo sé pero vaya que es un buen diseño y a mi me ha gustado.

Son maravillosas las Canelitas porque además de saber bien y ser un dulce que puede durar algún tiempo antes de disolverse (sin morderlo) también su envoltura es agradable a la vista; olor, sabor y vista ¡qué buen paquete para los sentidos! Si alguien los ve a la venta comprar uno, seguro que no les decepcionará si les agrada el delicioso sabor a canela.